La familia funciona como un refugio, como un lugar de seguridad emocional. La ruptura matrimonial genera tensión, dolor y preocupaciones. La separación es un proceso de grandes cambios, afectivos, económicos, sociales y personales, todo ello implica modificaciones en el sistema familiar que afectan a todos los miembros de la familia.
Por otra parte también acarrea pérdidas debiéndose llevar a cabo un proceso de duelo para elaborarlas. Si éste no se realiza adecuadamente traerá consecuencias para los miembros de la familia. Del mismo modo que la separación afecta a los adultos también los niños sufren por la nueva situación familiar a la que se enfrentan ya que deben adaptarse a la misma.
El duelo en la infancia es similar al de los adultos pero hay que tener en cuenta que éstos deberán acompañar y ayudar al niño a entender la pérdida de manera que no signifique un hecho traumático.
El proceso de duelo permite al niño un reajuste emocional, social, físico y psicológico de poder enfrentar los cambios que produce la separación, la nueva distribución de tiempos parentales, el cambio de casa, de cole , las nuevas relaciones.
Es importante que se permita la expresión de las emociones y que los padres sepan como ayudar al niño a gestionarlas teniendo en cuenta que éste elaborará su proceso de duelo dependiendo de la etapa del desarrollo emocional y cognitivo en la que se encuentre en ese momento.