En EquipoEduca nos ocupamos del desarrollo integral del niño, y lo hacemos desde el punto de vista físico, emocional y social.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia que tiene para que tu hijo crezca fuerte y sano realizar ejercicio físico y practicar deporte. Pero hay un aspecto que a veces se nos olvida y es que no somos conscientes de que hay que cuidar mucho lo que se llama la «higiene postural».
Tu hijo está creciendo y la prevención en este ámbito puede servir para evitar futuros problemas de espalda así como posibles lesiones que tienen su origen en los malos hábitos posturales.
Este artículo de la Fundació de nens de Barcelona recoge muy bien qué podemos hacer los padres y cómo ayudar al niño a que integre en su rutina diaria los buenos hábitos posturales.
¿Cuándo se inician hábitos posturales incorrectos?
La postura de cada individuo tiene características propias, y está determinada por factores diversos como el tono muscular, el estado de los ligamentos, los contornos óseos, etc. La forma de recoger un objeto del suelo, de caminar, de sentarse para estudiar o ver televisión, de permanecer parados de pie, etc. pueden afectar de forma muy diversa a nuestra columna vertebral, contribuyendo a mantener una buena estática corporal o por el contrario, favoreciendo ciertas alteraciones.
Los problemas posturales comienzan en la mayoría de los casos por la adopción continúa desde la infancia de posturas inadecuadas que pareciendo más cómodas, van modificando o viciando la biomecánica postural correcta, y que de no ser corregidas a tiempo perduran durante toda la vida del individuo.
¿Cuándo corregirlos?
Nuestros hijos realizan la mayor parte de sus actividades en la posición de sentado en su pupitre o ante su mesa de trabajo, por lo que es de gran transcendencia que la postura que adopte sea la correcta. Estará sentado correctamente si apoya los pies en el suelo, con las rodillas en ángulo recto con las caderas, y éstas con el tronco. Si los pies no llegan al suelo poner un taburete para apoyarlos. Sentarse lo más atrás posible en la silla con la espalda recta y apoyada firmemente contra el respaldo de la silla. La mesa ha de estar a la altura del pecho del niño y próxima al mismo. Por todo ello, es importante que el mobiliario escolar sea el adecuado, y habría que realizar la adaptación del mobiliario escolar a los alumnos teniendo en cuenta el tamaño de su cuerpo. Las sillas y pupitres cuya altura no es regulable resultan inadecuadas para los escolares, ya que no pueden ajustarse a su talla y obligan a adoptar y mantener posturas incorrectas durante horas.
Levantarse cada 60 minutos durante unos pocos minutos es recomendable para mantener un buen tono muscular.
Evitar que el niño pase muchas horas viendo la televisión, pues continuaría en posición sentado, intentando sustituirlas por prácticas deportivas o juegos.
Para el transporte del material escolar es aconsejable llevar a diario sólo lo necesario. Utilizar mochila central, apoyada en los dos hombros y con anclaje en la cintura (evitar cargar más del 10% del propio peso en la mochila), o carrito (y mejor empujándolo que arrastrándolo). De ser cartera, bandolera o bolso (lo cual no es recomendable), cruzarla y aproximarla al cuerpo.
Para recoger algo del suelo, se recomienda no curvar la columna hacia delante, sino más bien agacharse flexionando las rodillas, y manteniendo la espalda recta.
Las posturas ideales para dormir, son aquellas que permiten apoyar toda la columna en la postura que adopta ésta al estar de pie. Buena postura es la “posición fetal”, de lado, con el costado apoyado, con las caderas y rodillas flexionadas y con el cuello y cabeza alineados con el resto de la columna. Buena postura también es en “decúbito supino” (boca arriba). Dormir en “decúbito prono” (boca abajo) no es recomendable, ya que se suele modificar la curvatura de la columna lumbar y obliga a mantener el cuello girado para poder respirar.
El colchón y somier han de ser firmes y rectos, ni demasiado duros, ni demasiado blandos, que permitan adaptarse a las curvas de la columna, la almohada baja, la ropa de la cama debe ser manejable y de poco peso (ej. sábana y edredón).
¿Qué actividades pueden potenciar unos correctos hábitos posturales?
Para mantener el cuerpo en posición correcta, se necesita un equilibrio muscular adecuado entre la musculatura anterior de nuestro cuerpo, la abdominal y la dorsal que recubre la columna. Una postura correcta implica mantener el cuerpo bien alineado en cualquiera de las posiciones que puede adoptar. Por todo ello, es importante estimular la práctica de ejercicio físico y deporte pero teniendo en cuenta que no ha de hacerse de forma abusiva, ya que la práctica inapropiada de deportes a nivel competitivo puede resultar en ocasiones contraproducente.
Por último, los padres, con el apoyo de la escuela deben asumir el importante papel que les corresponde en el correcto y saludable desarrollo de sus hijos. Se contribuirá así, a que en el futuro, se alarguen los períodos de bienestar personal, y disminuya la incidencia de problemas de espalda, tan frecuentes en la actualidad.
Fuente: Artículo publicado por la Fundació de nens de Barcelona