• El ser humano es un ser social, necesita relacionarse, desde que nacemos buscamos la
manera de interactuar con los demás. Un bebé descubre desde el momento que nace
que si chilla, llora y grita inmediatamente alguien va a aparecer pare intentar calmarlo, lo
cogerá en brazos, le acunará, le besará le dará de comer. Eso que a simple vista parece
tan sencillo supone un complejo mecanismo que se ha empezado a desarrollar en su
cerebro, el bebé está aprendiendo a comunicarse con los demás. La manera en la que lo
hacemos, los mensajes que recibimos son fundamentales en nuestro desarrollo. La
autoestima, la asertividad en los niños está relacionada con la manera en la que éstos
interactúan con los padres, hermanos, familiares profesores, amigos. El modo en el que
se habla de ellos, lo que escuchan decir sobre como son sobre lo que son capaces de
hacer va formando la idea de como son en función de como les ven los otros.
• Es preciso tener en cuenta que los hijos necesitan sentirse valorados, aceptados,
respetados y queridos por sus padres para de este modo desarrollar mejor sus
capacidades, incrementar su confianza y seguridad en sí mismos, tolerar la frustración así
como respetar las normas y valores que los padres les quieran transmitir.
• Este es el contexto en el que se enmarcan los talleres teórico-prácticos.