Cada día cuando suena el despertador hay que ponerse en marcha, trabajo, casa, niños, obligaciones... ¡son tantas cosas! pero es que tenemos poco tiempo y mucha prisa. Esa velocidad a veces nos impide darnos cuenta de que tenemos un montón de oportunidades para transmitirles a nuestros hijos seguridad, para motivarles reconocerles y valorarles. Lo más importante para un niño son sus padres, los mensajes que recibe de ellos son fundamentales para su desarrollo, la autoestima, la empatía tienen mucho que ver con la opinión que los demás tienen de nosotros, con la forma en que nos comunicamos con nuestro entorno. Después de un árduo día de trabajo cuando llegamos a casa quizás no reparamos en que los niños también han cumplido con su "jornada laboral", el cansancio nos invade y no nos permite ver que tal vez es el momento de decirle a nuestro hijo que estábamos deseando llegar a casa para que nos diéramos un abrazo y así recargarnos de energía, que le hemos echado de menos y que nos sentimos muy orgullosos de él por su esfuerzo diario y sus pequeños logros. Establecer canales de comunicación, darles confianza haciéndoles partícipes de nuestras emociones para enseñarles a reconocerlas, valorarles su trabajo y esfuerzo es sentar las bases de su autoetima del desarrollo de la empatía y del aprendizaje de un comportamiento asertivo, pero creo que son temas para otro día porque hoy tengo... poco tiempo y mucha prisa.