Hoy vamos a hablar del ejercicio físico, de lo importante que es tanto para los adultos como para los niños la práctica de algún tipo de actividad física o deporte, ya sea de manera individual o en equipo.
Ya sabemos que nuestro cerebro es un devorador de oxígeno. También sabemos que la práctica de ejercicio aeróbico aumenta la secreción de neurotransmisores como la serotonina o la dopamina que nos ayudan a almacenar información en la memoria. Cuando realizamos una actividad física estamos ejercitando nuestro corazón y de este modo estamos contribuyendo a rellenar la reservas de oxígeno que nuestro cuerpo necesita. Así no solo cuidamos nuestro cuerpo sino también nuestra mente.
Pero la práctica de deporte tiene otra dimensión, la educativa. Cuando los niños realizan un deporte individual están trabajando en la disciplina, en marcar unos objetivos a cumplir, en analizar las circunstancias que han provocado que el resultado no sea el esperado. Aprenden a tolerar la frustración a conocer los límites y a cumplir con las normas. En la práctica de un deporte de equipo, además, se aprende a ser solidario, a ayudar a tus compañeros a colaborar para conseguir el resultado deseado, se aprende organización y planificación.
Por todo esto es importante encontrar aquella actividad física o deporte que haga a los niños disfrutar y además nos sirva para aprovechar esa otra dimensión, la educativa, para completar su formación como personas. Practicar un deporte sea cual sea nos permite además compartir con ellos un espacio y un tiempo que nos ayudará a crear vínculos, a establecer canales de comunicación y a vivir momentos divertidos que involucran a toda la familia.